La visita ya casi habitual a Barco de Avila, supuso el partir la noche por medio. A eso de las dos de la madrugada, saltó el aviso cuando aún no me había metido en la cama: habíamos estado charlando en el salón y las horas se hacen pequeñas cuando la conversación es interesante. Aunque prefiero así porque si llevas un rato dormido y despiertas deprisa, es como si de repente te metieras dentro de la campana de "El Salvador" y le pegaran al badajo con saña.
El camino a Barco siempre lo hago con precaución, no es el primero que se "come" una vaca por la noche, por lo tanto casi voy más preocupado de las cunetas que de la propia carretera, ya que algún accidente han provocado estos animales que campan a sus anchas.
La atención simultánea de dos pacientes que por casualidad coincidieron en el Centro de Salud, supuso que hubiera que llamar al Soporte Vital Básico. Dani, el Técnico Salmantino del que les hablé hace unos días, venía con los ojines de sueño y nada más entrar le devolví la misma que me metió el a mí la última vez que nos vimos. Él para el Hospital y yo para Béjar de vuelta a descansar, otra vez será Dani.
Las 4,30 de la madrugada daban cuando entrábamos en la ciudad. A esa hora, cada uno a lo suyo, es decir a la cama, aunque duró poco, puesto que una hora y media más tarde volvíamos a salir cuando el movimiento de coches camino del pueblo chacinero (Guijuelo) se hace notar.
Durante el día, tres avisos más sin salir de Béjar, partió un día en el que únicamente la siesta fue el rato agradabe y tranquilo.
Y como estamos llegando al mes de "El Corte Inglés" (Diciembre) , pues Florito, uno de los técnicos del Soporte Vital Básico, vende lotería del Atlético de Madrid, lo digo por si alguno se quiere pasar a comprarla, él dice que este año toca, pero me parece a mí que...
De todos modos por si acaso, yo compré.
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