31 agosto 2007

Avila, el ciclomotor y la boda

Ya no se si tomármelo a guasa, salimos más o menos a un viaje a Avila por guardia desde que llegué de vacaciones.
Como les digo a mis compañeros, en estos últimos días, he subido más veces el puerto de "La Hoya" que el "Vallejera" (y ya es decir mucho, ¿eh?), Podría repasar la carretera que va desde Béjar hasta Barco de Avila con los ojos cerrados. En fin, que esperamos que llegue el otoño a ver si las aguas vuelven a su cauce o lo que es lo mismo, a tener menos personas en los pueblos y regresar a la rutina diaria.
Nada más entrar en la guardia, y con los pantalones a medio subir, suena el "malo" para avisarnos de un accidente de circulación en la calle Sierra de Francia, donde al parecer un ciclomotor conducido por dos jóvenes, ha chocado con un coche. Afortunadamente todo queda en un susto, con "sorrostrones" (como los llamamos nosotros) y una mala noche para las del ciclomotor por los escozores de las heridas producidas en la caída. Aunque nunca lo dejaremos de decir, el casco, el casco, al casco, joder que manía con no ponérselo o llevar eso que llaman el medio huevo encima de la cabeza, que es lo mismo que no llevar nada. Todo quedó en eso, sólo en un susto.
El resto de la guardia tranquila, un traslado a la capital y dos para el Hospital de Béjar, nos pone en la antesala de la boda de mi compañero de guardia y de cama (juntos pero no revueltos) Juanma, que se celebrará el próximo 1 de Septiembre en el Convento de San Francisco.
Que la fiesta salga bonita para los dos (Juanma y Marga) que aunque llevan viviendo "en pecado" muchos años, han decidio dar este paso después de tener un hijo en común (Manuel) que les trae por la calle de la amargura.
Paciencia compañero, mucha paciencia, te relajarás en Punta Cana. A ver si levantas la media.


28 agosto 2007

La UVI de Barco de Avila

Eso es lo que parece después de las 4 visitas en un día al pueblo judiero y el posterior traslado a la ciudad amurallada de los pacientes. La verdad que es en estas fechas, cuando la afluencia de visitantes, sobre todo de la capital del Reino (Madrí) a la zona, es masiva. La riqueza paisajística y natural, convierte a la zona Barcense en uno de los atractivos por excelencia de la provincia.
Pero ello trae sus consecuencias: el aumento de la demanda médica y la saturación de los servicios sanitarios, viene a demostrar que la Junta de castilla y León debería hacer algo reforzando aquellas zonas que por su aumento de visitantes en época estival, hace insuficiente el número de recursos disponibles. Pero eso es otro cantar.
El día estuvo movidito. Como les comento, después de cuatro viajes a Avila, el cuerpo lo nota y hace "el reposo del guerrero", la siesta de tres horas fue suficiente para poner a punto la maquinaria a la espera del cambio de guardia.
Si, ya se que estamos todo el día durmiendo, pero yo no llamo a nadie cuando suena el teléfono a las 4 y diez de la mañana ¿a que no?, pues eso, que también tenemos derecho a descansar.
El resto de la jornada pasó con una brecha en mi reluciente calva (es la tercera en el mismo sitio) con la puerta del escurre-platos de la base, el descojono general (sobre todo de Miguel Salvador, nuestro médico) y las conversaciones trascendentales con Avelino, el enfermero, que le gusta decirme que haga meditación cuando hay problemas.
Por lo demás, un día bochornoso de calor.

21 agosto 2007

Fin de semana y Lunes con poco trabajo.
El teléfono sigue sonando de madrugada para ir a "El Barco de Avila". Parece que está todo Madrid allí metido. La verdad es que es mucha la gente que pasa sus días de vacaciones en esa zona y a su vez la visita obligada al Doctor. Que si en Madrid tengo que esperar mucho a que me vean, que si llevo dos meses con un "puto dolor"....en fin es lo que tienen los sitios de vacaciones. La vuelta, cuando las calles no están puestas aún en la ciudad. El gasolinero en su sitio (como siempre) el camión de la basura haciendo la ronda, alguno camino de Guijuelo a empezar el curre y poco más. !Ah! y un gato negro que el muy cabrón se nos cruzó cuando hacíamos la entrada por la travesía de Santa Ana. La ciudad a las cuatro de la madrugada presenta un aspecto fantasmagórico.
De nuevo suena la sintonía del Nokia a eso de las ocho de la mañana para Fuenterroble de Salvatierra. Al parecer un vehículo se ha salido de la vía y el conductor presenta diversos traumatismos. La adrenalina de nuevo en marcha con el frío de la mañana y llegamos en 20 minutos. La Guardia Civil está en el lugar y nuestros compañeros de Guijuelo también. Afortunadamente la cosa no es de gravedad simplemente una rotura de nariz y diversas contusiones.
El regreso tranquilo, esperando el café recién hecho y una charla amena con el cambio de turno del Médico y la Enfermera. El resto de la jornada espesa, la limpieza semanal del vehículo, la compra en el supermercado y ver las fotografías de la despedida de soltero de mi compañero Juanma han sido las cosas más interesantes que nos han sucedido. !Ah! y un peaso de tortilla de patatas que hice para merendar y de la que dieron muy buena cuenta todos.

Sólo os pongo una muestra de como nos lo pasamos en la despedida, que también tenemos derecho a ello. ¿O no?
¿a que estaba guapa caperucita?. Sin comentarios

18 agosto 2007

Primer día

Lo que cuesta acostumbrar al cuerpo a la rutina. El cambio de hábitos, la falta de la familia, el colchón pikolín... todo se hace de nuevo cuando regresas al trabajo después de un par de semanas estirando la pata, bebiendo más cerveza de la habitual (te dije que no pusiéramos el grifo en la finca), y disfrutando del Blues de Miguel, el calderillo bejarano o el concierto de Fito.
La vuelta a la "rosca" ha sido la de siempre, las mismas caras, los mismos problemas, el "joer" que moreno estás, habrás estado en la playa. Como si todos tuviéramos el dinerillo suficiente para lllevar cuatro personas a tomar el sol a la costa durante quince días.
Me costó acostumbrarme al colchón ese pikolín del que os hablo, aunque el sonido del teléfono pasada la media noche me devolvió de un salto a ese estado de adrenalina que echaba de menos durante los días ociosos. Camino de Barco de Avila o Barco del Tormes como quieren algunos que se les llame, pendiente de las vacas habituales de esa carretera durante la noche, llegamos cruzando el Tormes al pueblo de las judías (de las de comer). La vuelta más relajada y con el personal adormilado nos devolvió a la ciudad, no sin antes bajarnos a "auxiliar" a una Gineta que algún coche no habría visto dándole el R.I.P. que mi compañero y amigo Juanma se ocupó de oficiar.
El día ha transcurrido por lo demás tranquilo, otro aviso más al pueblo judiero y la visita a una familia que necesitaba nuestros servicios.
Ya casi saliendo de guardia, Mariano "corito" nos ha regalado unos pasteles por su cumpleaños y son SOLO 26 (qué envidia). Que cumplas muchos más compañero te dije que saldrías en la foto. Para muestra las instantáneas de la celebración. De izquierda a derecha, "Jota", "Corito", "El calvo", "Pinchete", Cristina "la Enfermera", Ruth "la Médico", "Rubeni" y Sergio.
Los pasteles buenísimos (otros 100 gramos más), de beber... leche y agua, por si acaso.

16 agosto 2007

Último día

Im-presionante el concierto de Fito y Fitipaldis en Guijuelo.
Hoy se acaban mis vacaciones y empezamos a currar otra vez. Me comentan que ha habido mucho trabajo estos días de Agosto, cosa habitualmente normal. La llegada de visitantes aumenta la visita a los servicios de urgencia y con ello un aumento de las llamadas al 112. Aunque este verano no ha sido especialmente malo en accidentes de tráfico (tocaremos mucha madera) , las obras de la autovía han puesto su punto de cabreo para todos los que habitualmente transitamos por la 630. Esperemos que se acaben cuanto antes.

Por lo demás, iremos con la mejor de nuestra sonrisa a trabajar.

12 agosto 2007

Empezamos...

El Miércoles me iré a ver a Fito a Guijuelo y sólo me quedarán 24 horas para acabar la segunda quincena de vacaciones. Y encima quedé el cuarto en el concurso del "Calderillo". Cómo se pasan los días cuando el ocio es bueno. A partir del día 16 sabréis más de esas personas de rojo y blanco que toman el sol a la puerta del hospital (eso dice la gente por joder).
Creo que será interesante; no escribiré del morbo que supone mi trabajo, sino de aquellos aspectos más humanos de esas horas de guardia a veces ociosas, a veces alegres y muchas veces tristes y terribles. Los técnicos de emergencias pertenecemos a esa "calaña" que nos gusta nuestro trabajo y que daríamos nuestra propia vida por no ver muchas de las cosas que nos toca vivir. A los que me habéis echado una mano en la composición de este blog, muchas gracias.