Volví de unos días de vacaciones que me han sentado a gloria. Ya pagaré las consecuencias devolviendo los días que he pedido y cambiado, aunque no he de dejar pasar la oportunidad para agradecer a mis compañeros que me aguanten los cambios por mis viajes ocasionales.
La guardia empezó bien, aunque el "malo" sonó a eso de las doce y media de la madrugada para visitar un paciente en la zona del Teatro Cervantes. Afortunadamente no fue nada grave y se solucionó en el propio domicilio. Mientras se le atendía por el equipo médico y viendo que la cosa no parecía revestir gravedad, salí a la calle y recordé mis tiempos en el barrio que me vio crecer. La calle "Alojería" ya no es lo que era, cuando en los años sesenta y setenta corríamos por allí decenas de muchachos. El "Corral de Barroso", "la Torre de San Gil" o "Barrionuevo" eran los lugares por los que solíamos hacer las trastadas típicas de aquellos niños que jugaban y pasaban el día en la calle.
El frío de la noche nos hizo refugiarnos en el ambulancia y regresar a la base donde descansamos sin ningún aviso más.
Ya de mañana y sin desayunar, volvimos a salir al pueblo de Montemayor del Río, donde un conductor fue atropellado por su propio camión, cosa rara pero real. El pobre dejó engranada una velocidad y cuando fueron a ponerlo en marcha quedó atrapado entre el vehículo y un árbol. Afortunadamente no parecía grave, auque fue trasladado a Salamanca para un estudio completo.
Por lo demás el día no dio para más, únicamente poner al día los papeles atrasados y este blog del cual me sentía comprometido a continar.
Os pongo una "joya" que me encontré en mi viaje que aún funciona...
1 comentario:
Me has defraudado yo que creí que nos enseñarias a todos a bailar tangos....
Muy graciosa la foto.
Me alegro de que lo hayas pasado bien pero no puedo evitar envidiarteeeeeeeeeeeee.
Un beso.
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