La luna y los partos.

La gente dice que cuando hay cambios en la luna, se producen más partos.
Yo no lo sé seguro. Los estudios dicen que hay una mayor incidencia en luna nueva que en las demás fases, pero ha sido y seguirá siendo objeto de conversación cada vez que tenemos un aviso de este tipo, son esos que de vez en cuando ponen un punto de alegría en esta profesión donde casi todo son desgracias ajenas.
No recuerdo bien, puede ser hace unos 5 años cuando camino de Salamanca nació Fernando en una ambulancia del 112, en la recta de Arapiles. Cinco minutos más tarde y hubiéramos llegado al Hospital. Pero quiso ser allí, con noche cerrada y con la asistencia de la matrona y los dos técnicos que por aquel entonces hacíamos las guardias en la Ambulancia de Soporte Vital Básico que tenía Béjar. Vino sin coplicaciones, casi sin avisar y desde entonces cada vez que tengo un aviso de este tipo, recuerdo a Fernando cuando sacó las orejas a este mundo, cuando lo tuve cogido, envuelto en aquella sábana de color plata para que no perdiera calor y cuando pensé lo perfecta que es la naturaleza, he de reconocer que se me escapó una lágrima de alegría.
A Roberto, mi compañero por aquel entonces y hoy buen ingeniero, casi se le salen los ojos de las órbitas, cada vez que nos vemos y sale el tema de los partos recordamos siempre con alegría aquella noche cuando camino de Salamanca tuvimos la suerte de ver uno de los milagros de la naturaleza, la llegada al mundo de un niño.
Ayer noche, cuando el "malo" sonó a eso de las dos de la madrugada y la referencia era un posible parto, miré a la luna, estaba en creciente, recordé a Fernando y esbozé una sonrisa.
¿Seremos padrinos otra vez?.