Día aburrido

Eso es lo que hoy hemos tenido, un día aburrido, yo diría que soporífero. Aunque como dicen muchos de los que nos ven sentados "si vosotros estáis tranquilos, es que todo el mundo está bien y eso es bueno", pues eso es lo que yo pienso.
Al llegar a la guardia, como siempre a las 21,30 horas, me espera Luisma, mi compañero técnico de los últimos días, desde que Juanma está en Punta Cana de viaje de novios.
Le toca doblar guardia, aunque lo lleva bien. Es un tipo curioso, le gustan las máquinas pequeñas (quizá por la edad) los helicópteros a motor, los coches teledirigidos... y también la escalada.
Y hoy vengo revoltoso, en un despiste le hago la petaca (doblar las sábanas de tal forma que no pueda dormir) a su cama y cuando apaga la luz para descansar no puedo con el descojono, tiene que volver a hacerla entera, aunque seguro que me lo hará pagar con otra de las suyas.
La noche por lo demás tranquila, aunque ya de mañana empezando el desayuno, nos avisan para trasladar un paciente desde el Hospital de Béjar hasta Salamanca. Hay mucho tráfico en la carretera y... es verdad que es Viernes y toda la demás gente trabaja. Las obras como siempre, pesadas y a buen ritmo.
Por lo demás el día ha estado tranquilo. La charla animada de la tarde en la puerta y una pelea de agua entre Lisma y yo, ha sido lo que nos ha hecho pasar mejor la tarde hasta el cambio de turno.
Mañana es fiesta... y no me toca trabajar. Iré a los toros con la familia y los amigos, seguro que me reconocéis, el que está vestido de sevillano con un sombrero cordobés negro. ¡Ah¡ y calvo, como siempre.
Un saludo