A veces hubiera preferido no levantarme por la noche si sé lo que me espera y esa fué la de ayer. Cuando llegamos estaba tumbado sobre la cama esperando nuestra visita. Inmóvil, tenía la mirada que iba y venía a la lámpara de la habitación. Los ojos recorrían el espacio y nos recorría a nosotros como pidiendo salir de la cárcel que le acoge desde hace mucho tiempo, demasiado como para poder resistirlo.
El cuerpo que le acoge hace meses que no se mueve y los músculos han dejado de verse. La habitación, impecable, tiene una imagen de la Virgen del Castañar. He de decir que no soy practicante, pero os juro le pedí cosas inimaginables en estado de lucidez, auque estoy casi seguro que él la ha pedido lo mismo durante días y días.
Cuando tengo avisos de este tipo, prefiero quedarme casi al márgen, por eso me busqué un sitio desde donde no pudiera verle. No por él, sino por mí. Luego me da por pensar demasiado y me llevo los problemas de los demás a mi casa y eso hace muchos años que dejé de hacerlo, porque son demasiados.
Afortunadamente sigue sonriendo a cuantos pasamos por allí, es un hombre fuerte, es un luchador. Yo en su caso no lo hubiera soportado, si hubiera tenido el botón de "OFF " lo hubiera apretado, yo soy cobarde, él no.
Hoy ha sido así.
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