Rauuuuuuuul

Hacía tiempo que no pasábamos una noche como la del Viernes.

Salimos a eso de las doce de la noche y no volvimos hasta las cuatro de la madrugada. Dos servicios encadenados, nos devolvieron a la realidad después de varias semanas con pocos avisos y con la sensación de que nos estábamos "anquilosando".

Y esta guardia ha sido de las que... "la primavera la sangre altera". Y eso es un dicho, pero suele ser en estas fechas cuando más problemas psiquiátricos hay. Sería muy atrayente estudiar las estadísticas de personas que sufren -o sufrimos, que nunca sé realmente si hay más fuera que dentro- trastornos de esa materia gris que tenemos encerrada dentro de una caja fuerte llamada cráneo.

El paciente de ayer, tras un desamor, optó por lo más corriente..la borrachera y las pastillas. La borrachera fue ampliamente demostrada por su capacidad de llamar a Rauuuuuuuul (que es como Juanma define el acto de vomitar) y quedó patente en el polo de nuestro médico y en las botas de casi todos los que le estábamos adorando.

He de reconocer que los que trabajamos en esto de la Emergencia estamos acostumbrados a todo tipo de fluidos, pero lo de las vomitonas, lo llevo mal, muy mal. Además suelo "acompañar" al intercepto beodo, en la llamada a ese nombre del futbolista del Real Madrid de cuyo nombre no quiero acordarme. Es como si me diera envidia...

Y lo de las pastillas, es cobarde. Atiborrarse a medicamentos por un problema de desamor, es en los tiempos que corren, un acto de tremeda cobardía. Con la cantidad de amores perdidos que hay por este mundo.

Además como dicen por aquí. ¡Qué bonito es el amor....cuando se hace sin pagar!