"Los accidentes laborales mortales en 2006 ascendieron a 1.352, diecisiete menos que un año antes, y de ellos 977 se produjeron en el puesto de trabajo (el 1,3 por ciento menos que en 2005) y 375 fueron 'in itinere' (de camino al trabajo o de vuelta de él), el 1,1 por ciento menos" .
Aunque las cifras corresponden al año 2006, podríamos extrapolar a este año las mismas, y seguro que hoy, si la casualidad no hubiera cobrado vida, habrían sido alguno más a ingresar esa negra lista de la muerte en el trabajo.
Hoy, el pueblo corito ha sido escenario de una tragedia que como les digo, sólo la casualidad y la fortuna, se han aliado para que cuatro trabajadores no murieran sepultados entre toneladas de hormigón. La investigación dirá cual ha sido el problema, para que un encofrado completo de un edificio en construcción se viniera abajo, causando heridas graves a uno de los trabajadores. Afortunadamente se recupera con normalidad, y estoy seguro de que habrá valorado como la vida se puede escapar en un segundo sin que te enteres. Todo quedó en eso, un susto grande.
La noche anterior fue mala, además el teléfono a las tres de la madrugada es como ya les dije en algún otro post, como la campana grande de "El Salvador" (que tuve que tocar de monaguillo muchas veces) tañendo dentro de tu cabeza. El frío helador se adueñaba de la carretera camino de Salamanca y la temperatura por estas fechas muy baja, pone de manifiesto que hay problemas en la nueva Autovía. Me da la impresión (y es sólo una impresión) que la nueva carretera camino de la Capital, se hiela más que la antigua, por lo que estas noches de frío y niebla, hay que extremar la precaución.
Nada más dió de sí el día (que no es poco) y únicamente faltó el remate del cambio de ambulancia por un problema técnico de la que tenemos.
Completito el día, esperemos sea mejor el próximo...
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