22 septiembre 2009

Señal divina

Hace días que no me prodigo y ya están maldiciéndome con ponerme alguna alfiler en uno de los muñecos de esos que hace Cristina tan parecidos a la realidad (por cierto, a ver si salen del horno los dos que te pedí)... y seguramente sea verdad, pero es que ando pelín vaguete.

La última guardia fué de esas para olvidar. Hacía tiempo que no salíamos a un accidente de tráfico y cuando sonó el teléfono ya mediada la tarde, a punto de anochecer, las primeras informaciones no eran buenas. Y menos aún cuando no volvimos a tener noticias hasta nuestra llegada.
No parecía un golpe demasiado fuerte, pero el vuelco del vehículo junto con la mala suerte hizo que alguien que había dado su vida por los demás, dejara de existir en una carretera por la que estoy seguro haya pasado miles de veces. Se le echará de menos en los pueblos en los cuales le conocían y no puedo por menos que desearle que esté junto a su "jefe".

Y hoy está siendo el día normalito. Las compra semanal, la vuelta de Juanma de las vacaciones, y una gripe estacional que anda recorriendo la base a salto de estornudo y pañuelo.

Lo de Juanma muy fuerte. Se ha recorrido Valencia con toda la familia (qué valor tienes) y dice que el oceanográfico muy chulo. ¿Había tiburones?....
Yo he sorteado últimamente alguno.... Aunque no han podido morder....

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