14 septiembre 2009

Las chanclas

He de reconocer que a veces yo también lo he hecho y realmente no te das cuenta del peligro hasta que no has visto a alguien en la situación.

Estábamos ya con la escopeta cargada esperando la comida, cuando el aviso saltó para un accidente de tráfico. La primera información no era muy determinante, pero parecía que revestía poca gravedad.
Una salida de vía de un vehículo hizo que saliéramos camino de la villa Guijuelense con el estómago vacío. A nuestra llegada, los compañeros del Soporte de Guijuelo ya estaban en el lugar y nos comunicaban que la paciente estaba en su ambulancia... y fue lo primero que vi cuando entramos a atenderla.
Las chanclas que llevaba en los pies, delataba que algo debía haber pasado, para que una curva sin apenas dificultad hiciera que el vehículo entrara en la cuneta. Y es que muchas veces cuando tienes un "recado" que hacer, simplemente no te cambias de calzado y sales a la carretera a conducir con lo que llevas en ese momento puesto. Quizá por desgana o por comodidad, la verdad es que te puedes jugar el tener un accidente a costa de llevar puestas unas "chanclas" que no son lo más adecuado para la conducción.
Y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, porque es muy habitual que cuando hay un accidente de circulación el calzado que llevamos puesto es muchas veces responsable del mismo.
Y si no, procuremos no escupir para arriba porque lo más seguro es que nos caiga algún día en los ojos.
Tiempo al tiempo...

1 comentario:

siempre el mar dijo...

hola calvo, totalmente de acuerdo con esta entrada, soy incapaz de conducir con chanclas y conozco a gente que ha tenido mas de un problema por conducir con ellas.
Un besito, guapo, y piensa en lo de ir a ver a Fito que se nos hecha el tiempo encima jejeje.