Anoche hacía frío en este pueblo, y parecía lo que más tarde se confirmó. Que la nieve ha vuelto a nuestros lares, dejando un manto blanco ya desde primera hora de la madrugada en el puerto de Vallejera y ralentizando la circulación más de la cuenta.
Hacía frío y llovía en este pueblo, como suele llover por aquí, con ese agua-nieve que cuando cae sobre la cabeza desnuda de este que les escribe, enfría la neurona que dicen que tenemos los hombres para sujetar las orejas entre sí. Aunque ya será menos...
Pues eso, que llovía en este pueblo, y fuimos a visitar un paciente que reclamaba más una atención de su médico de familia que realmente de un servicio de emergencias, que lo único que podemos hacer con este tipo de enfermos es ponerles un "parche" por poco tiempo.
No así su medico habitual, que debe ser el que ayude a reconfortar a la familia, explicando la situación médica de SU paciente y ayudando a que se conozcan todos los detalles de la enfermedad. No en vano, es el que más en contacto está con ellos... o eso debería ser.
Muchas veces se carece del sentido común que tanto proclamo en mis escritos y nos dejamos llevar por el pasotismo de aquello que debería ser honroso para la profesión; el cuidado y la atención de los pacientes, y el buen hacer para mejorar su calidad de vida.
Y ayer en este pueblo del que les hablo, las miradas de los familiares estaban claras. Ellos asentirían con la cabeza esto que les escribo y quizás, sólo quizás, le hayan puesto un aviso a SU médico de familia para que visitara a SU paciente después de tanto tiempo sin visitarle, por mucho que dijeran ustedes que "Mañana no le toca venir a la consulta".
Y es que muchas veces se olvida que trabajamos para las personas.
Como sigamos así.....
Ojalá le hayan picado las orejas............
No hay comentarios:
Publicar un comentario