El Sábado estuvimos en la boda de Álvaro. Eso sí, uno poco pasada por agua, auque les respetó el horario de la misa. Dieron el "sí quiero" en Torrecilla de los Ángeles, pueblo comarcano de "Las Hurdes", para luego cenar en Pinofranqueado con buena compañía y cena, hasta la madrugada. Eso sí los que se quedaron, ya que este que les escribe, tenía guardia al día siguiente y hubo de "recortar" el vino de la cena. Me cuentan que los que aguantaron el tirón del baile, fueron tarde a descansar.
Y después de la boda del "madero", a la guardia doble del Domingo y Lunes, que debido a unos cambios he tenido que hacer.
Las dos guardia, mals, empezamos a viajar a Ávila y esta mañana, camino del Hospital Virgen de Sonsoles, el alba clareaba por el puerto de Villatoro. Ya de regreso, y tras una parada en la churrería de Camilo, dimos cuenta de un buen desayuno, para volver a salir a Guijuelo tras una aviso de accidente laboral.
Es el pan de cada día en la construcción y en las empresas. Los accidentes laborales, se llevan la vida de demasiados trabajadores. La inseguridad, la falta de medios de protección, el stress encima de un andamio, y no sé cuántas cosas más, agitan un cóctel donde el perjudicado siempre es el mismo. De momento habrá que esperar cómo evoluciona, pero mala pinta parece que tiene.....
Y el resto de guardia, pues eso, a esperar a mañana para descansar.
¿Volveremos a barco de Ávila?
1 comentario:
Lo que has escrito genial pero que sepas que entro cada dia un par de veces solo para escuchar este pedazo de temaaaaaaaaaaaaaaaaa
jajajajaj.
besitos.
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