El tornillo y San Pancracio

Hay veces que uno se para a pensar sobre las actitudes, comportamientos y conductas del ser humano ¿racional?, cuando hay un cargo de responsabilidad por medio. Y le entran ganas de liarse la manta a la cabeza, cagarse en la madre que lo parió y maldecir en hebreo hasta decir basta. Porque hay que reconocer, que muchas veces el sentido común (el menos común de los sentidos) suele echarse en falta.

Algunas, porque no se pueden hacer las cosas que a uno le gustaría. Pero la inmensa mayoría, el "tornillo" que tienen/tenemos metido en el culo, nos hace sopesar las consecuencias de poner negro sobre blanco sobre las cosas que pasan en la vida. Es por ello que nunca jamás seremos libres de poder expresar todas las opiniones que nos gustaría y, más si cabe, de aquellas que afectan al "pan de cada día"......

Llega la comida de Navidad de la base. Esa en la que nos abrazamos, nos besamos, nos queremos y nos prometemos que seremos buenos durante el resto del año... será el próximo día 17 y allí estaremos para disfrutar del buen llantar en un Restaurante de nuestra ciudad.

Hasta entonces, podré velas a San Pancracio (perdón perejil verde), para ver si unos días más tarde nos toca la lotería y podemos pedir el traslado a.... Nueva Zelanda.

¿Habrá ambulancias para conducir por esos lares?..... ¿Querrán a un calvo?.....

Estaría bien, ¿verdad?

¡Ah!, recuerdos para M.A. porque hace unos días le operaron. Espero que estés mejorico.....