Muchas letras escritas y noticias se publican sobre el síndrome post-vacacional.
Y no le falta razón a muchas de ellas, sobre todo cuando ha habido tiempo suficiente de descanso para que, como me escribieron en un correo electrónico, "espero que vengas con las pilas puestas". Pues eso, que después de haber estirado bien la pata, habiendo tomado el sol (que me viene bien), haberme bañado en el mar y como es de recibo con mi amigo Chano Santana de Gran Canaria, saborear ese preciado líquido elemento que es el Ron, volvemos al tajo diario y a pasar las guardias como mejor podamos.
Esta mañana cuando llegué no estaban al cambio, así que me dió tiempo a revisar todas mis cosas antes de empezar la jornada. Todo estaba como lo dejé, parece que no hubiera pasado el tiempo.
La misma ropa, el mismo chaleco, los mismos pantalones... eso sí, un poco más apretados de lo normal. Y es que cuando tienes la suerte de salir de vacaciones y contratas un "full equipe" en algún hotel de la costa, pues eso, que la comida parece que te llama....
Todo será estar unas semanas a lechuga y filetes a la plancha.... estaremos aquí hasta que el cuerpo aguante...
2 comentarios:
que le vamos hacer compañero.otravez al tajo no nos queda otra.unos vienen y otros...de vacaciones como tu compañero.un saludo
Bienvenido, unos vienen y otros van, nos vamos unos dias a huelva, con un "full" de esos; espero que el resultado no sea demasiado desastroso.
Un besote y nos alegramos de que lo hayas pasado genial.
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