Y me surgió la duda de que si realmente eso pasaba, qué dirían los ciudadanos de Béjar. Esto, que puede llegar a ser un caso hipotético, podría ser tan real como que en estos días llega la nieve a nuestra ciudad. Yo, que a veces suelo pensar, me dije que sería imposible que una vez que hay un servicio público instaurado, lleguen los políticos y se lo carguen de un plumazo, auqnue él me argumentaba alguna consideración que no es del todo y para nada rocambolesca. Pero aún así, me dije otra vez para mí, que los ciudadanos, mis paisanos, no permitirían tal tropelía.... aunque esta vez con la boca más pequeñita.
Y es que cuando pienso en el desmantelamiento del Hospital Virgen del Castañar, la supresión de servicios Hospitalarios encaminados a reconvertir esto en un Centro de Especialidades y sobre todo la pasividad de los paseantes-caminantes de esta larga y estrecha ciudad, se me aben las carnes de cómo el político aprende del "espera que caiga sólo" y nosotros no aprendemos del "a mí me da lo mismo".
La incapacidad del Bejarano (aunque se puede extrapolar a cualquier Castellano Leonés) de esconder la cabeza cuando los problemas arrecian y la poca insistencia de los colectivos ante problemas que afectan a sus vecinos, hacen que los servicios públicos se vean recortados cada día más en una agonía premeditada.
Muchas veces me pregunto qué pasaría si una mañana la puerta del Hospital permaneciera cerrada y hubiera un letrero que pusiera "cerrado hasta mañana".
No hace falta imaginar mucho.....
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