Esta mañana salimos prontito a un aviso después de un desayuno donde se había degustado una mermelada que Miguel Ángel, nuestro enfermero, nos había traído.
Cuando llegamos, la mala carucha del abuelín parecía presagiar que algo o funcionaba del todo bien dentro de su cuerpo. Mientras el médico ojeaba el electrocardiograma que le habíamos hecho, nos dijo que había desfilado delante del abuelo del Rey. Jooooder, ante el Rey Alfonso XIII. Seguramente muchos de los que leeis no habíais nacido ¿verdad?, yo tampoco. Y que también había estado al mando de los Italianos en la Guerra Civil.
Sus ojos denotaban el paso del tiempo, esos que han visto todo. La II República, la Guerra Civil, la Guerra Mundial, la Dictadura, los años del hambre, la Transición... en definitiva, todo lo malo y lo bueno de estos dos últimos siglos. Los 96 años de sus ojos seguramente nos digan muchas más cosas de las que relamente nosotros seamos capaces de ver. Aún así, camino del Hospital de Salamanca pensaba que estaba llevando a uno de los pocos que van quedando de principios del Siglo pasado. Toda una experiencia, algo que te deja pensando en lo que nos quedará por ver....
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Miguel Ángel ha pasado mala tarde, y ha hecho que antes de irse a descansar pasara por "capilla" y tomara medicina de la que él suele poner. Un suero colgaba de su brazo, un suero reparador para calmar un triste dolor de estómago que le hacía palidecer por momentos.
Veremos cómo pasa la noche.
Cuando llegamos, la mala carucha del abuelín parecía presagiar que algo o funcionaba del todo bien dentro de su cuerpo. Mientras el médico ojeaba el electrocardiograma que le habíamos hecho, nos dijo que había desfilado delante del abuelo del Rey. Jooooder, ante el Rey Alfonso XIII. Seguramente muchos de los que leeis no habíais nacido ¿verdad?, yo tampoco. Y que también había estado al mando de los Italianos en la Guerra Civil.
Sus ojos denotaban el paso del tiempo, esos que han visto todo. La II República, la Guerra Civil, la Guerra Mundial, la Dictadura, los años del hambre, la Transición... en definitiva, todo lo malo y lo bueno de estos dos últimos siglos. Los 96 años de sus ojos seguramente nos digan muchas más cosas de las que relamente nosotros seamos capaces de ver. Aún así, camino del Hospital de Salamanca pensaba que estaba llevando a uno de los pocos que van quedando de principios del Siglo pasado. Toda una experiencia, algo que te deja pensando en lo que nos quedará por ver....
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Miguel Ángel ha pasado mala tarde, y ha hecho que antes de irse a descansar pasara por "capilla" y tomara medicina de la que él suele poner. Un suero colgaba de su brazo, un suero reparador para calmar un triste dolor de estómago que le hacía palidecer por momentos.
Veremos cómo pasa la noche.
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